sábado, 28 de abril de 2007
Leve es la Tierra
Cumbre de Urbión
Es la cumbre, por fin, la última cumbre.
Y mis ojos en torno hacen la ronda
y cantan el perfil, a la redonda,
de media España y su fanal de lumbre.
Leve es la tierra. Toda pesadumbre
se desvanece en cenital rotonda.
Y al beso y tacto de infinita onda
duermen sierras y valles su costumbre.
Geología yacente, sin más huellas
que una nostalgia trémula de aquellas
palmas de Dios palpando su relieve.
Pero algo, Urbión, no duerme en tu nevero,
que entre pañales de tu virgen de nieve
sin cesar nace y llora el niño Duero.
Gerardo Diego
Fotografía de Galatea
viernes, 27 de abril de 2007
Estrofa de Agua
Romance del Duero
Río Duero, Río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, Río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada
sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en sus espumas
palabras de amor, palabras.
Gerardo Diego
Fotografía de Galatea.
jueves, 19 de abril de 2007
Al otro lado de las montañas
"Alguien dijo que había ciudades para soñar
al otro lado de las montañas.
No dijo si estaban suspendidas en el aire,
sumergidas en las lagunas,
o perdidas en el corazón del bosque.
Los que allá fueron nada encontraron,
ni altas torres ni jardines
ni mujeres hilando en el atrio,
ni un muchacho aprendiendo a tocar la gaita.
Solo yo traje algo para seguir soñando
algo visto y no visto en la niebla de la mañana,
algo que era una flor o un mirlo de oro
o un pie descalzo de mujer,
un sueño de otro que se ponía
a dormir en mí,
echado en mis ojos
pidiéndome que lo soñase más allá de las montañas,
donde no hay ciudades para soñar.
Y ahora mi oficio es soñar, y no sé
si soy yo quien sueño, o es que por mí sueñan
campos, miradas azules, palomas que juegan con un niño,
o una mano pequeña y fría que me acaricia el corazón."
Álvaro Cunqueiro
Fotografía de Galatea: Lagos de Covadonga.
martes, 17 de abril de 2007
CANTO III DE LA DIVINA COMEDIA (fragmento)

INSCRIPCIÓN
Por mí se llega a la ciudad doliente.
Por mí se avanza hacia la eterna pena.
Por mí se va tras la perdida gente.
Dios al pecado señaló condena
y surgí entonces cual suprema alianza
del poder sumo y la justicia plena.
Y no existiendo en mí fin ni mudanza
nada me precedió sino Dios mismo.
Los que entrásteis perded toda esperanza.
Dante Alighieri
lunes, 9 de abril de 2007
Alma Errante
NO TENGO PAZ NI PUEDO HACER LA GUERRA...
No tengo paz ni puedo hacer la guerra;
temo y espero, y del ardor al hielo paso,
y vuelo para el cielo, bajo a la tierra,
nada aprieto, y a todo el mundo abrazo.
Prisión que no se cierra ni des-cierra,
No me detiene ni suelta el duro lazo;
entre libre y sumisa el alma errante,
no es vivo ni muerto el cuerpo lacio.
Veo sin ojos, grito en vano;
sueño morir y ayuda imploro;
a mí me odio y a otros después amo.
Me alimenta el dolor y llorando reí;
La muerte y la vida al fin deploro:
En este estado estoy, mujer, por tí.
Francisco Petrarca

temo y espero, y del ardor al hielo paso,
y vuelo para el cielo, bajo a la tierra,
nada aprieto, y a todo el mundo abrazo.
Prisión que no se cierra ni des-cierra,
No me detiene ni suelta el duro lazo;
entre libre y sumisa el alma errante,
no es vivo ni muerto el cuerpo lacio.
Veo sin ojos, grito en vano;
sueño morir y ayuda imploro;
a mí me odio y a otros después amo.
Me alimenta el dolor y llorando reí;
La muerte y la vida al fin deploro:
En este estado estoy, mujer, por tí.
Francisco Petrarca
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